domingo, 3 de agosto de 2014

Ninfomanía: Conclusiones



Ninfomanía presenta el tema de la insatisfacción, no sólo sexual, sino que la sexualidad es el medio para hablar en general de las insatisfacciones y del vacío que experimentan los individuos.

Al ser la sexualidad una pulsión básica y universal, funciona adecuadamente como símbolo de todos los deseos.

Asimismo, al ser la protagonista una ninfómana, es decir, alguien cuyo deseo no puede ser nunca satisfecho, el filme muestra la naturaleza más oscura de estas pulsiones: su carácter egoísta, cruel y antisocial.

En un final no del todo afortunado pero coherente con la perspectiva psicoanalítica, Ninfomanía muestra, como conclusión, que la persecución incansable de los placeres sólo puede ser nociva para el sujeto, y que la única forma de obtener satisfacciones con alguna frecuencia es logrando un equilibrio entre la satisfacción y la represión, de tal modo que el sujeto pueda encontrar espacios para el deseo y espacios “neutros” en los que pueda dedicarse a actividades socialmente productivas.

Por último, la representación del vacío que se hace en Ninfomanía es coherente con la que se muestra en Melancolía, que forma parte de la misma serie.

En Melancolía las protagonistas experimentan el vacío de la existencia: la vida aparece como un hecho insensato, insignificante y sin un propósito.

En Ninfomanía por su parte, es la vida individual la que se muestra como vacía, al estar siempre aguijoneada por el deseo y al basarse en una constante insatisfacción; sin el placer, la existencia aparece como un constante padecimiento.

Si bien en ambos casos la existencia tiene un carácter negativo, también en ambos se atisban algunas soluciones en las que el individuo debe rendirse en parte para conseguir bienes mayores: en el primer caso, a pesar de que conscientemente sepa que la existencia es insensata, puede resignarse a aceptar un significado gratuito con tal de conformar una comunidad que le brinde seguridad, y en el segundo, a pesar de que el deseo sea imperioso, debe resignarse a no satisfacerlo siempre a cambio de mantener un lugar en la sociedad y hallar, entonces, beneficios mayores que el placer inmediato.